Brasil se hace alemana para la final y confía en la ‘regla del 24’

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Un triunfo argentino en Maracaná es la gran pesadilla de los locales. La cábala: Brasil e Italia lograron su cuarto título a los 24 años del tercero.

La portada de Lance ilustra perfectamente el sentimiento de Brasil de cara a la final del domingo: “Alemanes desde pequeños” es el titular con una foto a toda página en la que se ve a Lukas Podolski posando con un niño indígena en Bahia. Sin duda, Brasil es alemana hasta que acabe una Copa que se ha convertido en una pesadilla.

Los brasileños, pocos y ricos, que tienen entradas para la final tratan de colocarlas a los alemanes por las calles de Copacabana. El ejemplo de la detención de la trama de revendedores de entradas se lo pasan por el arco del triunfo. Y todo indica que las autoridades van a hacer la vista gorda con ellos. Nadie quiere asistir en Maracaná al hipotético coronamiento de Argentina. Es una opción que da pavor.

Los brasileños justifican su apoyo a Alemania escudándose en cuestiones futbolísticas. Dicen que es el equipo que mejor juega. También añaden que perder las semifinales (sin recordar el resultado) ante el campeón siempre consuela. Pero no engañan a nadie. Van con Alemania para no ir con Argentina.

La posibilidad de que el equipo de Sabella mancille Maracaná dando una vuelta olímpica y que Messi mire cara a cara a Pelé es un escenario maldito para ellos. Argentina es el gran rival y el hecho de que los seguidores de la albiceleste lleven un mes amenazando con ganar en Maracaná a pesar de que las actuaciones de su equipo no invitaban precisamente al optimismo, es una actitud que les sacaba de sus casillas.

Mientras en los comercios se retira de los escaparates sin ninguna discreción los objetos verde amarelhos más insospechados (desde camisetas a trompetas, pasando por chanclas o pelucas) los brasileños se aferran a cualquier argumento que les tranquilice de cara al calvario en Maracaná. El más manido, es la teoría del 24.

Según esta regla, Alemania ganará el Mundial porque las selecciones que han ganado su cuarto Mundial lo han hecho 24 años después de ganar el tercero. Brasil fue Tri en 1970 y consiguió la cuarta en 1994, 24 años después. Italia ganó su tercer Mundial en España 82 y 24 años después, conquistaba su cuarta corona. Alemania, ganó su tercer Mundial en Italia 90, gesta de la que ahora se cumplen 24 años. Según esta regla, le toca a Alemania, o al menos, con eso se consuelan los brasileños.